Moldeamiento:
Consiste en el reforzamiento sistemático de las
aproximaciones sucesivas a la conducta terminal y la extinción de las
aproximaciones anteriores. Este procedimiento se usa para instaurar una
conducta que todavía no existe en el repertorio del sujeto.
Pasos
para su Aplicación:
1. Seleccionar los reforzadores que se van a utilizar.
2. Dividir la conducta en pasos sucesivos.
3. Enseñar y reforzar positivamente las aproximaciones
sucesivas a la conducta terminal, empezando por el principio de la conducta
terminal.
4. Conforme se va avanzando en cada uno de los pasos,
extinguir los anteriores.
Ámbitos
de Aplicación:
·
Conductas de aseo.
·
Lenguaje.
Encadenamiento:
Consiste en interrumpir una serie encadenada de
conductas en los primeros eslabones de la cadena cuando se aplica para la
disminución o eliminación de una conducta. Cuando se trata de instaurar una
conducta compleja que el sujeto no tiene en su repertorio, consiste en elaborar
una cadena de conductas o pasos que se refuerzan y son necesarios que permanezcan
para conseguir la conducta meta. Se utiliza para desarrollar series de
respuestas partiendo de aquellas que normalmente existen en el repertorio del
sujeto.
Pasos
para su Aplicación:
1. Selección adecuada de reforzadores.
2. Dividir la conducta en pasos sucesivos.
3. Moldeado del paso o pasos que el sujeto no tenga en
el repertorio.
4. Aprendizaje de cada paso y refuerzo sistemático
positivo de la conducta terminal.
Ámbitos
de Aplicación:
Conductas que el sujeto no sabe realizar pero las
conoce. El problema consiste en el desconocimiento de la secuencia lógica que
se necesita para llegar a la conducta terminal.
Control
Estimular:
Se trata
de eliminar o planificar aquellos estímulos que estén provocando o impidiendo
la ejecución de una conducta determinada la cual se pretende suprimir o
implantar, en el repertorio del sujeto (En este caso queremos suprimir la
agresividad e implantar el control).
Aplicación
de la técnica:
- Se recogen, mediante registros, los estímulos que provocan la conducta a eliminar o, por el contrario, aquellos estímulos que impiden la realización de la conducta a implantar.
- Se seleccionan aquellos estímulos que se pueden manipular de acuerdo al objetivo terapéutico.
- Se planifica el ambiente del sujeto de acuerdo al paso anterior.
- Se dan instrucciones precisas al sujeto para la modificación de la conducta de acuerdo al paso anterior.
Ámbitos de Aplicación:
- Se utiliza tanto para aumentar como para disminuir conductas.
- Se emplea, bien como técnica por sí sola, bien combinada con otras técnicas dentro de un procedimiento.
- Se puede aplicar en un amplio campo de intervención: implantación de hábitos de estudio, conductas disruptivas, inhabilidad social, problemas de pareja, de relación sexual, sobrepeso, entre otros.
Economía de Fichas:
Consiste
en el establecimiento o reorganización de las contingencias ambientales
mediante el control de los estímulos reforzadores que existen en el ambiente
del sujeto. Para conseguirlo se utiliza un reforzador generalizado, artificialmente
establecido para esta tarea, cuya emisión se puede controlar de forma completa.
El reforzador utilizado debe tener una dimensión física: fichas, puntos, calcomanías,
entre otros. Es una técnica flexible, de fácil aplicación y de gran éxito con
niños. Sirve tanto para aumentar como para disminuir conductas.
Pasos para su Aplicación:
1. Selección
de reforzadores.
2. Establecer
objetivos con el cliente o la persona que solicite la ayuda.
3. Explicarle
que si logra alguno de ellos, recibirá algo sin valor, pero canjeable por algo
que él, previamente, ha descrito como reforzador.
4. Si
consigue el objetivo, inmediatamente se le da algo sin valor (fichas, puntos,
calcomanías).
5. Se
le aplica el refuerzo a medio o a largo plazo.
Coste de Respuesta:
Consiste
en la retirada de algún reforzador positivo condicionado de manera contingente
a la emisión de una conducta que se pretende eliminar. Se utiliza conjuntamente
con el reforzamiento positivo de conductas incompatibles con la anterior o de
la conducta deseada.
Con
frecuencia se incluye en la práctica de la economía de fichas: se conceden
fichas por la emisión de la conducta adecuada y se retiran por la realización
de la conducta inadecuada.
En
el coste de respuesta encubierto, tanto la conducta que se pretende eliminar
como la retirada del reforzador tienen lugar en imaginación, al igual que en la
sensibilización encubierta.
Pasos para su Aplicación:
- Seleccionar los reforzadores positivos que se van a retirar. Elaborar un listado amplio en el que se incluyan reforzadores de distinto tipo y ordenarlos por orden de preferencia y/o importancia para el sujeto.
- Definir operativamente qué conductas pretenden eliminar y cuáles se desean implantar en su lugar.
- Permitir que el sujeto acumule una reserva de reforzadores, si no la tiene en esos momentos.
- Establecer el valor o coste que tendrá la emisión de la conducta a eliminar. Los objetivos que el sujeto ha de cumplir deben ser accesibles y, siempre, menos costosa su consecución que la de aquello que puede perder.
- Explicar al sujeto, siempre que sea posible, en qué va a consistir la técnica, dejando claro el coste de las conductas inadecuadas.
- En el momento en que el sujeto realiza la conducta que se pretende eliminar, retirar el reforzador positivo de forma consistente y contingente a la emisión de la misma. Anticipar e impedir la posibilidad de que el sujeto pueda reemplazar fácilmente la pérdida del reforzador.
- Disminuir progresivamente la retirada de reforzadores conforme las conductas deseables vayan aumentando en frecuencia.
Ámbitos de Aplicación:
Es
de aplicación en instituciones públicas, ámbitos escolares y en tratamiento
ambulatorios, para una amplia variedad de conductas problemáticas (problemas
del lenguaje, conductas disruptivas y agresivas, abuso de tabaco, obesidad,
tics faciales, postura física inadecuada, absentismo laboral, impuntualidad,
entre otros).
Gavino, A. (1997). Técnicas de Terapia de Conducta. Barcelona, España. Ediciones Martínez Roca S.A.